Casi por inercia seguimos a otro mochilero argentino hasta el primer hostal de la lista de la Lonely Planet. Todavía no habíamos decidido si hacer noche allí. El hostal era muy acogedor y el dueño nos cayó en gracia inmediatamente. El rojo fuego que bañaba las montañas al amanecer, la fortaleza de Bundi y su …