RUMANÍA

  Llegamos a las seis al aeropuerto de Constanta (Rumania) a unos 30 minutos de la ciudad. La primera impresión fue la de encontrarnos ante un paisaje llano y no especialmente verde. La inmesidad del mar negro tardó en sobrecogernos. Más tarde, escuchamos por primera vez en la radio del minibús la canción de los …